miércoles, 17 de febrero de 2010

Extraño

Volvía de mi clase de bajo pensando en los preparativos de mi futuro viaje a Barcelona cuándo caminando por la Av. Crámer me para un señor de mas o menos 40 años: - ¿Disculpame, te puedo preguntar algo?

- No hay problema

- ¿Yo no te tiré las cartas hace 3 años en la radio?

- No, ¿En que radio?

- En Radio X, yo tengo un programa de astrología los sábados, mi nombre es XX (lamentablemente no me acuerdo ni la radio, ni el nombre del Señor desconocido), ¿Estás segura que no te tiré las cartas?

- Si si, yo participaba en un programa de Radio Cultura, por eso te pregunté, pero era un taller de la secundaria.

- Entonces sos muy parecida... Vos te tenés que ir a España, a Barcelona.


Muy sorprendida por lo que acababa de escuchar le pregunto por qué y le me dice que cree que el viaje me va a hacer muy bien. Yo lo miro sin saber qué contestarle hasta que interrumpe el silencio con una oración aún mas extraña: - Antes de irme te voy a dejar hacerme una pregunta.

- ¿Un pregunta?

- Si, una pregunta, cualquiera.

- No tengo nada que preguntar, salvo por qué Barcelona y no otro lugar.

- No se, es una predicción, creo que te va a hacer muy bien.

- Me da mucha curiosidad que me hayas dicho eso porque tengo una amiga allá.


A partir de este momento el tipo se empieza a poner nervioso, cada tanto hace unos movimientos espasmódicos que aparentemente eran agravados por la gente que pasaba cerca nuestro, a lo que reaccionaba agarrándome por los hombros y haciéndome a un costado mientras decía: Ahora me callo porque pasa la gente. Son muy chusmas, quieren saber todo.

Después se calmaba y continuaba la charla


- Mirá, vamos a hacer esto: Yo te doy este papel y vos escribime el nombre de tu amiga y un número, pero no me lo muestres, yo me voy a dar vuelta.


Tal como me lo pidió el desconocido, yo escribo el nombre de Milena y un número que en este momento tampoco me acuerdo, pero vamos a decir que era el 1508. Cuándo termino le aviso al señor y él se da vuelta y me pregunta: - ¿Ya está? Bueno, ahora doblá el papel en muchas partes y dámelo.


Yo hago lo que él me ordena, se guarda el papel en el bolsillo y seguimos conversando un poco mas hasta que después de un tiempo me dice: - Me parece que es muy importante que vayas a ver a tu amiga Milena


No sabía que contestarle. Él se dio cuenta que yo no lo podía creer y por fin anuncia lo que estaba esperando: - El número es 1508.


Claramente sorprendida le respondo: - ¡No! ¿Cómo!?

- Vos lo que tenés que hacer ahora es poner este papel abajo de una pirámide y sacarlo después de X días, te va a traer buena suerte.


Yo agarro el papel y él me dice: - Ahora te voy a pedir un billete. Yo lo voy a guardar y cuando me necesites voy a aparecer y te lo voy a devolver.


Pienso que no quiero volver a encontrarme con este personaje y le digo que prefiero no darle el dinero. Él me saca el papel de las manos y se aleja mientras balbucea que así esta el mundo, que cómo no voy a querer darle el billete...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cono no le diste el billete!! se lo re mereciiia

Paz dijo...

qué experiencia extraña!!! salvo por la parte de estafa evitada, una locura!